Vox chantajea al PP con los presupuestos de Murcia y Aragón y exige que asuma el discurso ultra
Fernando López Miras y Jorge Azcón han ido soltando algunas píldoras contra el Pacto Verde y los menores migrantes, pero el partido de extrema derecha quiere algo "más solemne".

Madrid-
Santiago Abascal alabó la senda que inició Carlos Mazón cuando anunció el pacto presupuestario entre el Partido Popular y Vox en el País Valencià. Cuando el president hizo público el acuerdo, compró sin demasiados ambages las tesis de la formación de extrema derecha en materia climática y migratoria. Para Abascal, ese entendimiento con Mazón es el camino a seguir en todas aquellas comunidades en las que el PP depende de Vox para sacar adelante los distintos presupuestos económicos.
Jorge Azgón, presidente de Aragón, y Fernando López Miras, su homólogo en la Región de Murcia, —ambos, populares— lo saben. Por eso, en los últimos días han empezado a deslizar algunas píldoras aparentemente diseñadas y dirigidas para los oídos de Santiago Abascal que dibujan cada vez más cerca el horizonte de los presupuestos de cada una de sus autonomías. El problema es que para Vox se quedan cortas; quieren más contundencia.
El martes de la semana pasada, Azcón fue duro con el Pacto Verde europeo cuando se le preguntó precisamente por la negociación presupuestaria. El presidente aragonés tachó de "disparate" algunos apartados del pacto. Cargó, en concreto, contra la prohibición de transportar animales cuando los termómetros marquen más de 30 grados o contra la reducción del espacio para las granjas de porcino, un sector particularmente importante en su territorio. Eso, junto con la cruzada que mantuvo con el reparto de migrantes que acordaron PSOE y Junts —llegó a anunciar un recurso de inconstitucionalidad— se ha leído como una escenificación del acercamiento a los postulados de Vox.
Mismo esquema en la Región de Murcia. "El rechazo de la política migratoria del Gobierno por parte de la Región de Murcia es absoluto y firme", aseveró López Miras en una atención a los medios de comunicación a mediados de la semana pasada. Incluso llegó a deslizar que su autonomía "no va a participar" de ese reparto pactado entre socialistas y posconvergentes. Fue, así, más lejos que Azcón o incluso que Isabel Díaz Ayuso, que en varias ocasiones han especificado que no se van a saltar la ley.
Pero López Miras también ha cargado contra las políticas migratorias. "No es normal que el 50% de la normativa de la Unión Europea esté destinada a asfixiar a nuestros agricultores", expuso el mismo día. No es que sea un discurso radicalmente distinto al que ha mantenido generalmente el presidente murciano, pero sí es reseñable que se haya exacerbado en los últimos días. En especial, tras el acuerdo alcanzado entre el PP y Vox en el País Valencià y después de que el propio presidente de Vox señalara con el dedo el camino.
Para Vox no es suficiente
Sin embargo, para Vox esas declaraciones que han ido dejando en los medios ambos líderes políticos se quedan cortas. No son suficientes. En Vox, sin negar que existan negociaciones de algún tipo, quieren que, como Mazón, los presidentes aragonés y murciano asuman "con solemnidad" su discurso o que lo hagan incluso "en sede parlamentaria".
"Ya saben perfectamente qué es lo que pedimos al sentarnos a negociar", ha explicado José Antonio Fúster, presidente provincial de Vox en Madrid y portavoz nacional del partido. En esa línea, ha dicho que la asunción de esas tesis sobre inmigración y las políticas climáticas que exige su partido no puede ser un "aquí te pillo, aquí te mato"; "un canutazo aquí y unas declaraciones allá".
Lo que quiere Vox es que ese rechazo al reparto de menores migrantes y al Pacto Verde Europeo sea más profundo o, al menos, según ha dado a entender Fúster, tenga más visos de institucionalidad. Abascal ya dijo que la senda correcta era la que inauguró Mazón, aunque el discurso solemne en el que el president del País Valencià asumió sin complejos las tesis de Vox tuvo lugar una vez ya se habían desatascado las negociaciones presupuestarias. Es un punto en el que, en principio, todavía no se encuentran las cosas en Aragón y Región de Murcia.
Hay que tener en cuenta, por otro lado, que lo que pactó el PP con la extrema derecha en el País Valencià fue más allá del mero campo discursivo. Las cuentas valencianas incluyen recortes al valenciano o a la memoria histórica y, como ya quedó meridianamente claro tras el discurso de Mazón, también a las partidas destinadas a la transición climática o a la inmigración. En definitiva, una claudicación evidente ante las exigencias de Vox, la única oportunidad de Mazón para sacar adelante unos Presupuestos con los que aferrarse a la Generalitat.
"Hubiera firmado lo que le hubieran puesto delante", explicó Joan Baldoví, portavoz de Compromís en Les Corts y exdiputado en el Congreso, en una entrevista con Público. "Lo hubiera hecho sin hacer más preguntas".
Lo cierto es que la situación en Aragón o en la Región De Murcia no es tan acuciante como en el País Valancià, donde Mazón está acorralado tras su actuación durante la DANA, pero tanto Azcón, como López Miras necesitan los presupuestos y ya han empezado a ejecutar los movimientos que les pide Vox. Los de Abascal, eso sí, quieren más. "Saben lo que queremos y tienen que encontrar la mejor forma", ha zanjado Fúster. Está por ver hasta dónde están dispuestos a llegar los presidentes aragonés y murciano y las facilidades o impedimentos que pone Génova.
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